Durante mi niñez y juventud en Venezuela, el 31 de diciembre era un día muy especial. No solo por la abundante comida en la cena y la ropa nueva que estrenábamos ese día, sino también por la reunión de fin de año que teníamos en el Local Evangélico del barrio Coromoto, en Maracay. Esa noche era “culto de testimonio” cuando todos los hermanos en la comunión de la asamblea tenían oportunidad de contar como fueron salvos. Se animaba especialmente a los nuevos creyentes a contar su testimonio, y siempre era interesante escuchar que, aunque las experiencias de cada uno habían sido distintas, la conclusión siempre era la misma: llegó el momento cuando cada uno clamó al Señor por salvación.
Había un himno que siempre se cantaba en esas reuniones, el 299 de Himnos y Cánticos del Evangelio: “Medita que has perdido”. Aquí está la letra de dos estrofas y el coro de ese himno tan solemne:
Medita que has perdido por siempre un año más,
un año de tu vida que nunca volverá.
Sus horas han marchado, llevándose al volar
las huellas del pecado que te han de condenar.
Veloz el año pasa;
¡quizás tu última ocasión!
Sé salvo mientras dura
el día de salvación.
Medita que el Maestro, brindando salvación,
mil veces a la puerta llamó del corazón.
Quizás la voz que hubiste así de rechazar,
por vez postrera insiste, cansada de llamar.
Pronto el 2021 habrá terminado. Muchas personas han oído el glorioso evangelio este año, pero aún no han creído en el Señor como su salvador. ¿Eres tú uno de ellos?
El Señor Jesucristo murió en la cruz por tus pecados, pero tú necesitas creer en Él personalmente. Reconoce ante Él que, como pecador, estás perdido, y que la única forma de escapar de la condenación eterna es, como dice la escritura: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” (Romanos 10.9).
Por favor, no desperdicies otro día, ni otro mes, ni otro año. Si oyeres hoy su voz, no endurezcas tu corazón. Hoy es el tiempo aceptable, hoy es el día de salvación.
Willians Alcalá