Carlos III de Inglaterra ha sido coronado hoy oficialmente como Rey de Inglaterra. La majestuosa ceremonia, vista por billones de personas de todo el mundo, estuvo llena de símbolos y ritos religiosos, incluyendo la entrega formal de una Biblia al nuevo Rey.
Aunque la ceremonia fue muy interesante, es inevitable pensar que esta ya ha sido repetida muchas veces ya que todos los reyes y reinas anteriores a Carlos murieron. Sin embargo, hay Uno que un día reinará en este mundo como “REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES” (Ap 19.16), el Señor Jesucristo.
Él ya había sido coronado una vez aquí en la tierra, pero con una corona de espinas. Ese día, el fue rechazado por aquellos que había venido a buscar. Esa fue una corona de burla y desprecio, y que también le ocasionó mucho dolor. Ese día, después de haber examinado al Señor Jesucristo, Pilato dijo que no había encontrado ningún delito en Él, y dijo a los judíos: “He aquí vuestro Rey”, y los judíos respondieron “fuera, crucifícale …no tenemos más rey que Cesar (Jn 19.15). Luego lo llevaron para ser clavado a una cruz, donde murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras.
Pero ese no fue el final. Al tercer día resucitó y luego ascendió al cielo. Un día, el mismo que ascendió vendrá al mundo otra vez (Hch 1.11). Pero cuando vuelva, no va a llevar la humillante corona de espinas: en Hebreos 2.9 leemos “pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra”, y en Apocalipsis 14.14 Juan vio al Señor con una corona de oro en su cabeza. El Señor reinará por mil años desde Jerusalén, y luego vendrá el estado eterno. ¡Qué futuro tan glorioso!
Amigo que lees esto, hoy te presentamos al Señor Jesucristo, que fue coronado de espinas y crucificado por tus pecados, para que le reconozcas como tu Señor y salvador. Esperamos que no lo rechaces como lo hicieron los judíos en la antigüedad. La Biblia dice, “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de los muertos, serás salvo” (Ro 10.9).
La coronación de Carlos III como Rey de Inglaterra fue majestuosa, pero su reino tendrá fin. Hoy te invitamos a reconocer que como pecador estás perdido, y necesitas al Señor Jesucristo como tu salvador. Cree en Él y serás salvo por toda la eternidad.

Willians Alcalá