Mi primer ANZAC Day en Australia

En abril del 2005 fuimos a Bundaberg a visitar al abuelo de mi esposa, quien había participado en la Segunda Guerra Mundial. Estuvimos allí para el 25 de abril, ANZAC Day, y fuimos a ver el desfile con él. Lo noté muy conmovido. Aunque yo no sabía el significado tan especial de esa fecha, una frase quedó grabada en mi mente: “lest we forget” (no lo olvidemos).

¿Por qué ANZAC Day es tan importante?

ANZAC Day es un día muy emotivo para muchos australianos ya que se recuerda a todos los ciudadanos de este país que han muerto en los campos de batalla. El origen de esta conmemoración está ligado al desembarco de las tropas australianas y de Nueva Zelandia en Galipoli en 1915 . 

Con mis hijos en ANZAC Square, Brisbane, 2018

“Lest we forget” (no lo olvidemos) es una frase que se repite durante ANZAC Day. En la madrugada de ese día, en todas las ciudades y pueblos de Australia, hay un servicio especial para recordar a los caídos. Por varios años he asistido a este servicio con mis hijos, pero este año fue cancelado por la crisis del Coronavirus. Miles de personas se reúnen en los lugares donde se celebran las ceremonias, muchos con fotos de sus familiares muertos en batalla, otros llevando sus medallas. Las máximas autoridades están allí. Se cantan himnos cristianos como “Rock of Ages” (Roca de la Eternidad) y “Amazing Grace” (Sublime Gracia) y muchas veces alguien dirige una oración y lee de la Biblia.

Algo que no debemos olvidar

Los australianos hacen esto para no olvidar a sus seres queridos que ofrecieron “el sacrificio supremo”. Eso me hace recordar a Aquel que dio su vida en la cruz para que, justificados por la fe, tengamos paz para con Dios (Romanos 5:1). La Biblia dice que el pecado nos separa de Dios (Romanos 3.23), pero Jesucristo, su Hijo amado, vino del cielo y en la cruz derramó su sangre. Si los australianos demuestran tanta reverencia y agradecimiento por aquellos que murieron por esta gran nación, ¿cuánto más deberíamos agradecer al Señor Jesucristo por haber muerto por nuestros pecados en la cruz?

Pero no solo deberíamos mostrar gratitud. Debemos comprender que cuando Cristo murió en la cruz, el justo padeció por nosotros los injustos (1 Pedro 3:18). Los soldados que caen en las guerras son tan ciudadanos de sus países como aquellos por los cuales mueren, pero el Señor Jesucristo es totalmente diferente a nosotros. Él nunca pecó, ni se halló engaño en su boca (1 Pedro 2.22). El que no conoció pecado, por nosotros se hizo pecado, para que fuésemos hechos justicia de Dios en Él (2 Corintios 5.21).

Pero no es suficiente agradecer al Señor por haber muerto por tus pecados, sino que además hay que reconocer que como pecadores estamos perdido sin Él. Te invitamos a que acudas a Él por la fe, y creas en Él de todo corazón como tu salvador. Hoy los campos de Galípoli y otros lugares de batalla exhiben monumentos con las tumbas de los soldados caídos. Pero el sepulcro donde fue puesto el Señor quedó vacío. Él vive. Y hoy te puede dar salvación y vida eterna.

Lest we forget (no lo olvidemos).